Érase una vez una persona tan
fea que le llamaban cara de vaca y para vengarse se subió a un rascacielos y decidió
tirar tomates desde ahí arriba. Empezó a tirar tomates y tomates y toda la
gente estaba llena de tomates rotos en la cabeza y toda la gente triste y al
que le llamaban cara de vaca se reía a carcajadas. Ese mismo día por la noche
le vistieron de vaca y cuando andaba sonaba ¡MUUU! Que vergüenza le tenía que
dar cuando se despertara.